LA CERVECERÍA EL COCODRILO Y BAGARÍA.

Nada más comenzar el siglo XX se inauguró en la entonces plaza del Príncipe Alfonso, número 11 y hoy de Santa Ana, número 10, la Cervecería El Cocodrilo.

Fuente: Memoriademadrid.es (1900)
Fachada de la Cervecería El Cocodrilo con los rótulos en francés y alemán.

Esta plaza de Santa Ana es uno de aquellos lugares madrileños en los que su nombre ha variado ocasionalmente, en función de las vicisitudes políticas, a lo largo de su historia. Ocupa lo que fue el Monasterio Real de Santa Ana de las Carmelitas Descalzas, de ahí su nombre que para los habitantes de Madrid jamás cambió. Tras el nacimiento de Alfonso XII pasó a ser llamada plaza del Príncipe Alfonso; en el año 1868, plaza de Topete y posteriormente volvió a ser de Santa Ana, a pesar de que algún periodista la bautizara como “plaza de la Cerveza”, por la gran cantidad de establecimientos del ramo que llegó a congregar en su perímetro.

Fotografía: M.R.Giménez (2014)
Lo que fue la Cervecería El Cocodrilo, en la actualidad.

Las primeras noticias en prensa de la Cervecería El Cocodrilo parten del año 1905, aunque la apertura del negocio se presume anterior. En ella eran frecuentes las tertulias de cómicos, intelectuales, toreros y aristócratas, semejantes a las de los cafés, siendo su vianda más solicitada el arenque a la marinera.

Fuente: B.N.E. (1916)
Anuncio de prensa.

El Cocodrilo era un lugar pacífico para tomar bocks de cerveza y en el que las peñas organizaban sus banquetes de homenaje, tan de moda en esa época. Se había montado como un local alemán, avisando en su fachada que los ciudadanos germánicos y franceses no tendrían ningún problema para ser allí entendidos.

Quizá el personaje más conocido de la Cervecería El Cocodrilo fue el caricaturista Luis Bagaría Bou (1882-1940), quien en el año 1922 decoró las paredes del establecimiento con el famoso y ya desaparecido mural titulado “El violinista y el cocodrilo”.

Fuente: Prensahisotica.mcu.es (1923)

Había en Berlín un violinista llamado Fritz que decidió irse a vivir al África Central, pero al llegar allí pareció tan ridículo a sus habitantes que todos, desde el león hasta el mono, se rieron de él. Avergonzado, Fritz huyó hasta las orillas del río Nilo donde encontró como únicos habitantes a una pareja de enamoradas ranas, demasiado absortas en su idilio como para ocuparse de él, y así fue como el violinista al fin pudo descansar.

Fuente: Prensahistorica.mcu.es (1923)

De las aguas del Nilo surgió de pronto un cocodrilo que, sin considerar que Fritz era alemán y violinista, se propuso devorarle.

Fuente: Prensahistorica.mcu.es

Fritz, ante el eminente peligro, comenzó a tocar el violín y, como la música amansa a las fieras y aún más a los cocodrilos, que son propensos al llanto, hizo llorar al animal a lo que siguió un sensual afán de danzar al ritmo de un tango.

Fuente: Prensahistorica.mcu.es (1923)

Así Fritz y el cocodrilo llegaron a una fraternal amistad; para afirmarla decidieron emborracharse, terminaron las disputas y se fueron a una cervecería de El Cairo donde cogieron la más kolossal y efusiva de las papalinas. 

El friso que narraba esta historia constaba de los ocho paneles que aparecen en las fotografías, única reproducción existente. Decoraba la parte alta de las paredes de la cervecería de la plaza y medía cuarenta metros de longitud por dos de altura.

Fotografía: M.R.Giménez (2014)
Interior de lo que fue la Cervecería El Cocodrilo, en la actualidad. Ya no existe la decoración pintada por Luis Bagaría.

El famoso dibujante Luis Bagaría había sido descubierto por el pintor y dramaturgo Santiago Rusiñol Prats, que impulsó su carrera al principio de la segunda década del siglo XX. 

Sus caricaturas, de trazo lineal y económico, pronto se hicieron muy populares en la prensa por manifestar criterios y reivindicaciones no siempre al gusto de la autoridad. Bagaria tuvo que exiliarse por la oposición persistente mostrada contra la dictadura de Primo de Rivera. 

Republicano, bohemio de bufanda, boina vasca y bastón de junco, poseía un entendimiento pesimista de la condición humana que reflejaba en su obra. 

Fuente: B.N.E. (1936)
Dibujos de trazo lineal y económico. A la derecha el dedicado a Ramón María del Valle-Inclán, tras su fallecimiento.

Luis Bagaria no fue sólo caricaturista, también redactaba artículos en prensa y realizó entrevistas en la sección “Los diálogos de un caricaturista salvaje” del periódico “El Sol”.

Fuente: B.N.E. (1936)
Caricatura de Federico García Lorca que ilustra la última de sus entrevistas. Luis Bagaría, aparece disfrazado en la fotografía.

El día 10 de junio de 1936 aparecía editada la última entrevista que pudo conceder Federico García Lorca y efectuada por Bagaría. Dos meses después el poeta sería asesinado por los fascistas y, aún hoy, su cuerpo permanece enterrado en paradero desconocido en algún lugar de la provincia de Granada.

Durante la Guerra Civil Española, Luis Bagaría también tomaría partido por La República, realizó numerosos carteles propagandísticos y continuó con su trabajo en la prensa. 

En el mes de junio de 1940, falleció exiliado en La Habana (Cuba).





Fuentes:

Hemeroteca B.N.E.
Prensahistorica.mcu.es
Memoriademadrid.es
Es.wikipedia.org  

   

Comentarios

  1. Es de una actualidad increíble, este Bagaría. Puestos a soñar...quien sabe, tal vez debajo de capas y capas de pintura apareciera alguno de estos dibujos...

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  2. Sería muy deseable encontrar esos dibujos del gran Luis Bagaria, soñar es gratis... Pero la "victoria" de los fascistas se llevó por delante cualquier obra que recordara a La República y a sus seguidores.
    Gracias, Carlos.

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  3. Hola! formo parte de un grupo de estudiantes de audiovisuales que estamos grabando un documental sobre la historia de gran vía y nos gustaría contar con alguien que supiese del tema para realizar una entrevista o una intervención en este.
    Si estás interesado, envíame un correo a lauraalonso1002@gmail.com , muchas gracias!

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