BUFFET ITALIANO, CARRERA DE SAN JERÓNIMO, 37.

Desde finales del siglo XVI y hasta el año 1884 la parte de la carrera de San Jerónimo, donde hoy se encuentra el Congreso de los Diputados, estuvo ocupada por el Hospital de San Pedro de los Italianos y por su iglesia. Parece que ello constituiría un magnífico pretexto para albergar en sus cercanías, desde el año 1870, a uno de los restaurantes más prestigiosos de Madrid, conocido por todos como “Los Italianos” (a pesar de que su nombre real era el de Buffet Italiano), que se ubicaba en el por entonces número 32 de esta vía. Su comedor tenía el aspecto de una fonda de estación, en opinión de Ramón Gómez de la Serna que organizó en él algún banquete homenaje al comenzar el siglo XX. Allí adquieren la ilusión latina envuelta en queso y macarrones.


Como sucursal de este famoso y antiguo restaurant se inauguró en los primeros días de marzo del año 1923, en el número 37 de la carrera de San Jerónimo (que hoy se corresponde con el nº 17), el Buffet Italiano, local suntuosa y elegantemente decorado dirigido por Ricardo Piccio y nominado de igual forma que el restaurante del que era filial, situado en la acera de enfrente.

Fuente: B.N.E. (1923)
Fachada del bar Buffet Italiano en su inauguración.

El Buffet Italiano era un magnifico Bar, cuya especialidad son los cocktails-vermouth, café y chocolate, que también tenía tienda de selectos comestibles y de inmediato abriría además un gran salón comedor. Ofertaba todos sus productos como importados de Italia y de otros países, con servicio a la carta, desde las once de la mañana hasta la una de la madrugada.

Fuente: B.N.E. (1923)
Interior del bar Buffet Italiano.

El local del Buffet Italiano ocupaba toda la planta del edificio de la carrera de San Jerónimo y tenía también un acceso por la calle de Arlabán, número 8. Fue un lugar elegido para la celebración de numerosos homenajes.

Fuente: Fundaciontelefonica.com (principio años 30 del siglo XX).
Una de las cenas homenaje celebradas en el Buffet Italiano. 

Multitud de personajes del mundo cinematográfico, de la literatura, de las artes en general y de la política fueron asiduos del bar Buffet Italiano y de su comedor. 

Una de las tertulias más animadas de este local era la conducida por el escritor y político socialista Luis Araquistáin Quevedo que junto a Juan Negrín López (quien llegaría a ser Presidente del Consejo de Ministros entre 1931 y 1939), el pintor Luis Quintanilla Isasi, el periodista y político Juan Álvarez del Vayo Ollogui, el historiador Ricardo Gutiérrez Abascal (conocido por el seudónimo de Juan de la Encina), el médico Gonzalo Rodríguez Lafora y el también escritor, además de traductor, Luis Ciges Aparicio, entre otros, tenía lugar cada sábado por la tarde.

La clientela del Buffet Italiano estaba compuesta por personas heterogéneas de la vida nacional e internacional. Y como muestra de su diversidad habrá que citar a: Federico García Lorca, Rafael Sánchez Mazas, Samuel Ros Pardo, Felipe Camino Galicia de la Rosa (León Felipe), José Moreno Villa y Felipe Sassone Suárez, entre un largo etcétera.

Fotografía: M.R.Giménez (2015)
Fachada de lo que fue el bar Buffet Italiano, en la actualidad.

En el edificio del Buffet Italiano, construido en el año 1890, se instalaría también el Hotel Peninsular en 1929.

Fuente: Todocoleccion.net (principio años 30 del siglo XX)
El edificio del Hotel Peninsular y el Buffet Italiano.

Los dueños del Buffet Italiano y del Hotel Peninsular traspasaron estos negocios, de manera urgente, entre los años 1935 y 1936. 

Fotografía: M.R.Giménez (2015)
El edificio donde estuvieron el Hotel Peninsular y el Buffet Italiano, en la actualidad.

El bar Buffet Italiano, con dueños diferentes, se mantuvo abierto hasta bien entrada la década de los años sesenta del siglo pasado.





Fuentes:

Hemeroteca Biblioteca Nacional de España.
Hemeroteca ABC.
“Obras completas” Ramón Gómez de la Serna.
“Al final de la cabriola. Conversaciones con el pintor Luis Quintanilla” Joaquín F. Quintanilla y Consuelo Soldevilla.
Fundaciontelefonica.com
Todocoleccion.net
Es.wikipedia.org

Comentarios

  1. Una fachada exquisita, pura elegancia. ¿Cómo hemos sido tan burros de destruir sitios así?

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  2. La verdad es que sí es un edificio singular, que seguro estuvo a punto de desaparecer como tantos otros. Ni siquiera el Colegio de Arquitectos de Madrid cita quien fue su arquitecto.

    Un saludo, Carlos y gracias por tu comentario.

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