LOS CAFÉS CANTANTES DE MADRID.

A mediados del siglo XIX se produjo en Madrid una formidable transformación en los establecimientos dedicados al ocio. Las botillerías, locales en los que sólo se degustaban consumiciones, se convirtieron en cafés con espectáculos.


Surgieron entonces diversos locales especializados en los más variados tipos de funciones musicales, desde los clásicos a los recitales de ópera pasando por las canciones más populares.

También el arte flamenco comenzó a subir a los escenarios. Cantaores, guitarristas y bailaores de ambos sexos, mostraron en los tablaos un género artístico que hasta entonces sólo se presenciaba en las calles. 

Con las imágenes de la obra "Alarde de Tonadilla" de Hugo Pérez de la Pica, este vídeo cuenta la historia de los más destacados cafés flamencos que hubo en Madrid: como el Naranjeros, el Imparcial o La Marina. De ellos salieron muchos de los artistas que posteriormente llevaron su arte por el mundo.

 Los cafés cantantes en el Teatro Tribueñe




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